🐞🐜🦗🐝🕷🦋🕸🐛
Bichos y más bichos
Bichos. El otro día fui a dar un paseo por el campo cerca de casa y este fue el paisaje con el que me encontré.
¿Bonito, verdad? Parecía como si por aquella pradera fueran a aparecer un montón de indios montados a caballo, pero no. Por aquí solo hay jabalíes, lobos y ciervos. Los primeros son más difíciles de ver, pero a los ciervos me los encuentro de vez en cuando al ir de paseo.
Esta vez me quedé sorprendida de lo solitario que parecía el monte, hasta que de pronto aparecieron entre unos cardos unas mariposas juguetonas que no paraban de revolotear a mi alrededor.
Entonces me di cuenta de que estaba rodeada de un montón de animales, pequeños, pero animales, y decidí fotografiarlos. Bueno, la verdad es que conseguí hacer fotos solo a unos pocos: a los que no se movían demasiado rápido o escapaban cada vez que me acercaba con el móvil e incluso a algunos que hasta se prestaron a posar tan tranquilos como si estuvieran en una sesión fotográfica.
Minisafari fotográfico
Como esta diminuta mariposa color malva posada sobre una zarza, del tamaño de una avellana. ¿A que parece una bailarina de puntillas?
Luego me encontré con esta mezcla de escarabajo y mariquita, que tenía las alas cubiertas de puntitos blancos. Era la primera vez que veía este tipo de bichos.
En el suelo había unas cuantas hormigas trabajando apresuradas, tan apresuradas que solo fui capaz de hacer la foto a esta, que tuvo la amabilidad de quedarse quieta un momento posando para mí.
En el centro del círculo se ve a una araña tejiendo su tela.
Y más adelante me encontré una telaraña muy preparada, envolviendo las espinas de un tojo como si se tratara de un velo.
Las que no paraban eran las abejas, que iban de planta en planta polinizando toda flor que se les ponía por delante.
Me encontré con animales muy tímidos que se ocultaban nada más sentir mi presencia, como este escarabajo que se escondió bajo la hierba.
Pero también este saltamontes dorado y verde, que posaba descaradamente mirando a la cámara.
Este otro saltamontes de color pardo, en cambio, intenta camuflarse con el color de la tierra.
Después apareció en medio del camino esta mariposa con las alas rotas, posiblemente por las últimas tormentas, pero aunque inestable, siguió volando como una campeona.
El que no podía faltar era el impepinable moscardón veraniego, que descansaba al sol sobre una piedra.
Y para el final quería dejaros a este pedazo de bicho, largo como el dedo de un adulto, que por aquí solo aparece entre los meses de junio y julio. Se trata del escarabajo aceitero, que parece el “tráiler de los insectos”. Y es que además, con todo lo largo que es, tiene sus seis patas en la parte delantera, el tórax, de modo que arrastra su larga cola por el suelo y maniobra con ella como un camión.
A este le sorprendí no polinizando la flor, como puede parecer en la fotografía, sino zampándosela sin miramientos.
x x x x x x x x x x x x x x x x x
Se me hizo un poco tarde y me tuve que volver a casa, pero me divertí un montón en mi “mini safari fotográfico” y hasta me quedé con ganas de más. Así que te animo a que cuando vayas con tu familia paseando por el campo o por el bosque, saquéis el móvil y os dediquéis a observar y a fotografiar bichos, que es muy entretenido. Y si os apetece, podéis mandarme alguna foto chula y la publicamos.
📷
¡Hasta la próxima!